La
inteligencia naturalista se manifiesta en personas atraídas por el mundo
natural, con una extrema sensibilidad para identificar y entender el paisaje
natural e, incluso, un cierto sentimiento de éxtasis ante el espectáculo no
creado por el ser humano.
Es
utilizada cuando se observa y estudia la naturaleza. Es la habilidad para
reconocer y clasificar plantas, toda la variedad de flora y fauna, rocas y
minerales, adaptarse a diversos ambientes, relacionarse con la naturaleza,
manifestar conciencia ambiental, identificarse y amar la naturaleza, observar e
investigar.
Capacidades
implicadas: capacidad de observar, comparar, relacionar, deducir, clasificar,
analizar y sintetizar.
Habilidades
relacionadas: reconocimiento de las distintas clasificaciones de la naturaleza
(flora y fauna)
Estímulos:
Se pueden desarrollar juegos para aguzar la curiosidad infantil de modo divertido
y de la forma más espontánea posible. También en excursiones programadas de
bicicleta, un paseo en coche, un paseo por el jardín botánico, el zoológico, la
plaza pública o el bosque puede transformarse de modo enriquecedor en un
descubrimiento de huellas de animales.
Morada:
Probablemente situada en el hemisferio derecho del cerebro.
Perfiles
profesionales: biólogos, herbolarios, oceanógrafos, geólogos, etc.
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